Cagliari, mi ciudad, la que pensé que conocía tan bien, la otra noche me dio otra bonita emoción: asistí a una excursión por la tarde por las calles de barrio del Castillo.

El tour estaba organizado por la agencia Trip Sardinia, que organiza eventos, excursiones y tours por toda la isla.
Gracias a una guía brillante llamada Claudia, que comenzó la gira en la Porta Cristina, el arco monumental que es la entrada al barrio del Castillo.

Puerta Cristina, como nos explica Claudia, se convirtió en puerta monumental en el 1854 de los Savoya durante el reino Sardo-Piamonte unido.
Su nombre anterior era Puerta del Socorro debido a que el castillo se introduce a través de un túnel excavado en la roca.

Tanto durante el gobierno de Pisa  como el de los Aragoneses, el castillo tenía un papel puramente militar: fue allí donde se llevaron a cabo todas las operaciones administrativas, militares y políticas; sus puertas de acceso se abrían durante el día para fomentar el comercio y se cerraban a cierta hora de la tarde. Pero a los habitantes de la ciudad de Cagliari no se les permitía permanecer más allá de ese tiempo. El sonido de un cuerno llamaba a todos los ciudadanos a alejarse antes de que el cierre de las puertas sucediera, y los desafortunados que tuvieron la desgracia de quedarse dentro del castillo, fueron literalmente arrojados desde los muros la fortaleza.

Hay una expresión en Cagliari, jerga que se utiliza hoy en día en un sentido irónico, y que tiene su origen en esta costumbre: «ci anti bogau a sonu e corru»(si el cuerno suena, corre).

Después de pasar Porta Cristina, paramos debajo de la Torre de San Pancracio. La torre, de origen también pisana, se encuentra a su gemela torre del elefante que se encuentra justo por delante. Una tercera torre se encuentra en el lugar y ésta se ha incorporado en un edificio histórico y noble de Cagliari, llamado palazzo Boyl.

La torre de San Pancrazio tiene 36 metros de altura y es el punto más alto desde donde se divisa toda la ciudad de Cagliari, con una vista de 360 ​​°.

Por supuesto, se puede subir hasta arriba,  pero el consejo es que no se debe hacer si sufre de vértigo. Las escaleras son muy seguras pero son de «construcción» abierta, y podrían crear algunos problemas para los que sufren un poco con la altura.
Las escaleras fueron construidas específicamente con madera de Pisani siempre con un propósito de defensa: si el enemigo lograba conquistar la torre, los pisanos prendían fuego a la parte de madera para hacer ceder las estructuras y atrapar en una trampa al enemigo.
Durante los inicios del ‘900 la torre también fue utilizada como prisión. A continuación se presenta la página web donde se puede encontrar toda la información para visitar la torre y los monumentos cercanos.

http://www.beniculturalicagliari.it/

Continuamos el recorrido hacia el corazón del barrio, muchas son las anécdotas vinculadas a las calles y plazas pequeñas. A propósito de pequeñas plazas, casi frente a la Torre de San Pancracio, se encuentra  la plaza dedicada a Mafalda de Saboya, la segunda hija del rey Vittorio Emanuele III, cuya vida terminó trágicamente en 1944 y murió en el campo de concentración de Buchenwald.
La fachada del edificio que alberga la plaza, contiene un escrito borrado por el tiempo que se remonta a la época de fascismo: hay pocas palabras que todavía se perciben, sin embargo, sigue siendo una inequívocamente clara, y muestra sólo el nombre de Mussolini.

Desde la plaza pasamos a Via Pietro Martini. La calle lleva el nombre del histórico de la ciudad de Cagliari, es la sede del edificio en el que vivió y murió. Hay una curiosa anécdota sobre Pietro Martini: su muerte, su cuerpo fue  petrificado por Efisio Marini, el bizarro científico que inventó una técnica de momificación completamente personal, una técnica que no causaba cortes e incisiones ni alteraba el color natural del cuerpo vivo. Por supuesto Efisio Marini, se llevó consigo el secreto a la tumba y no reveló a nadie la técnica que él mismo había inventado.

Como se ve en Cagliari no estaba mal visto, y la técnica  fue muy apreciada en Europa y en otras ciudades de Italia, como Nápoles, por ejemplo, donde sus obras se conservan en el Museo Anatómico de la ciudad. Además del histórico Martini, otras celebridades fueron objeto del «cuidado» del cirujano petrificador; otro personaje famoso fue Giuseppe Garibaldi, que aún con vida, tuvo el privilegio de recibir un medallón que guardaba su sangre que Efisio Marini había guardado y petrificado cuando Garibaldi fue herido en Aspromonte. No me atrevo a imaginar su rostro cuando recibió el singular honor …

Dejando la calle Martini, con el grupo y la guía llegamos  a la Piazza Palazzo. Durante un tiempo fue llamada Plaza Mayor para distinguirla de la Plazuela (la placita), la actual Piazza Carlo Alberto, en la que fueron ejecutados los nobles condenados a muerte.

Piazza Palazzo es el lugar donde se encuentra la catedral de Cagliari, el palacio del Virrey – que fue la residencia principal de los virreyes ya durante la hegemonía aragonese- y el palacio del arzobispo.

Nuestro recorrido continúa hacia Via Santa Croce, donde se encuentra la iglesia del mismo nombre, hasta llegar a la Torre de Elefante.
Como ya he mencionado antes, el elefante es la torre gemela de la Torre de San Pancracio. Ambas fueron diseñadas por Giovanni Capula y fueron construidas con caliza de la colina de Bonaria.
Las fuertes muros fueron construidas por los pisanos para fortificar la ciudad puesto que se esperaba un ataque inminente de Aragón; predecible porque el Regnum Sardiniae a principios de los 300 fue concedida a Jaime II rey de Aragón, por lo que un un ataque, no habría tardado mucho en producirse.

De la Torre del Elefante bajamos a través de la Universidad y entrando ya en la última etapa de nuestro tour nocturno.

Nos detuvimos frente al Palazzo Boyl, el antiguo edificio construido por el noble Carlo Pilo Boyl (Marqués que también diseñó la Puerta Cristina), un descendiente de Filippo Pilo Boyl quien en 1300 ayudó a los aragoneses a derrotar a los pisanos y a conquistar la ciudad.
El estilo neoclásico del palacio ofrece una visión de las hermosas cuatro estatuas que representan las cuatro estaciones y el noble emblema, inequívocamente aragonés, con palos rojos sobre fondo de oro.
En el Palazzo Boyl, se da uno cuenta que se encuentra incorporada en el edificio la otra torre defensiva, también diseñada por el arquitecto Giovanni Capula: La torre del León.

De las tres, fue la torre que sufrió mayor daño: por el ataque de los ingleses sobre el 1700, seguido por el ataque francés y español; reducido prácticamente en ruinas, y se incorpora  finalmente  dentro del edificio para que no se derrumbe.

Como he dicho al principio del post, de la propia ciudad uno tiene la impresión de saber mucho y sin embargo son tantas las cosas que todavía no conozco; Cagliari, siendo una ciudad costera, ha sido objeto durante siglos de dominación extranjera y diversas influencias culturales.

Por esto estoy agradecida de haber tenido la oportunidad de hacer esta tour y encontrar a estas personas jóvenes y apasionadas que no solo me han sabido describir, sino también contar, a Cagliari.

Con seguridad vamos a contar de nuevo con los chicos de Trip Sardinia. Mientras tanto, os invito a visitar su web para obtener otras ideas interesantes si queréis saber más sobre Cerdeña desde un punto de vista original y ciertamente fascinante: http://www.tripsardinia.it/

PD: he comprobado y sus guías hablan español e Inglés … no se puede pedir más …! 😉

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